Los grandes retos de la movilidad corporativa
El mundo corporativo está en constante evolución, y su capacidad para afrontar los cambios y adaptarse a las tendencias actuales, determinará la eficiencia de su gestión y su competitividad en un mercado cada vez más saturado.
Uno de dichos retos es la movilidad, que supone un reto y a la vez un factor claro del éxito en numerosos sectores. Veamos algunos de dichos retos:
La elección de combustibles
Alcanzar una movilidad sostenible es uno de los principales retos a los que se enfrenta la sociedad actual, tal y como demuestran iniciativas como la COP26 o la Semana Europea de la Movilidad. Las iniciativas gubernamentales son el punto de partida para impulsar una movilidad corporativa sostenible, contribuyendo a obtener una mejor calidad del aire y eficiencia energética.
En un entorno corporativo, esto se traduce en restricciones en cuanto a las zonas de circulación, y la necesidad de contar con una flota de vehículos con un mix energético equilibrado que garantice un uso eficiente del combustible.
Para ello, será determinante contar con un sistema que permita analizar los usos del vehículo, desde las zonas por las que circula, las distancias recorridas, o la velocidad de conducción. Así, el gestor podrá adaptar su flota de vehículos de la mejor manera posible en función de sus usos, garantizando una movilidad sostenible e importantes ahorros para su compañía.
Analizar el consumo de combustible de tu flota, te ayudará a adaptar los tipos de vehículos que la componen.
La protección de datos
El Reglamento General de Protección de Datos (o la famosa GDPR), fue diseñada para armonizar la normativa relativa a privacidad de datos en toda Europa, garantizando la protección del usuario.
Por supuesto, la gestión de flotas está relacionada con la GDPR, ya que cada vez se manejan más datos de los trabajadores y los vehículos asignados para el desempeño de sus funciones.
Por ello, será necesario evaluar qué datos se están recopilando internamente, en qué herramientas de gestión, a lo largo de qué periodo contamos con ella o quién puede revisar dicha información. El objetivo garantizar que se cuenta con los protocolos necesarios que aseguren la privacidad del dato, para evitar las elevadas multas derivadas del incumplimiento del reglamento.
La renombrada digitalización
Que la supervivencia en la actual coyuntura sin poner en marcha la digitalización de la actividad de la compañía es muy difícil, es un hecho.
La tecnología nos ayuda a llevar un control más preciso y eficaz de la empresa, así como a ofrecer nuevos servicios a nuestros usuarios. Pero a la vez supone un reto, al implicar una importante inversión, así como un reajuste de procesos, sistemas, y (lo que a veces es lo más complicado) un cambio en la mentalidad del empleado.
Dicha digitalización, permitirá una evolución en los sistemas tradicionales de gestión de flotas, permitiendo una mayor automatización, un mayor control, y más eficiencia. La movilidad corporativa también será más inteligente, al formar un flujo de información con las demás áreas de la empresa que permita una integración con los diferentes procesos de negocio.
La educación del conductor
Pero las medidas anteriormente mencionadas estarían incompletas si la organización no cuenta con una cultura de conducción responsable, que disminuya la siniestralidad y permita obtener mayores ahorros.
El uso de sistemas que realicen un seguimiento de la flota permite saber el uso que se le da al vehículo (horarios, zonas, etc) y el comportamiento del conductor (velocidad, multas, etc). Esto, unido a las alertas de mantenimiento del vehículo, facilita al gestor una visión integral del estado del mismo, previniendo importantes daños y costes para la compañía.
Una cultura de conducción responsable, garantiza una mayor eficiencia de la flota.
Lo que está claro, es que la evolución de la tecnología y la mayor necesidad de un mundo sostenible tiene un elevado impacto en la gestión de flotas. Adaptarse a las últimas tendencias del sector, será clave para garantizar el éxito del gestor, y la supervivencia de la compañía.