El Big Data. Premisa clave para una movilidad inteligente.
“¡Los datos! ¡Los datos! ¡Los datos! “, gritó con impaciencia. “¡No puedo hacer ladrillos sin arcilla!” - Sherlock Holmes -
Sin una recopilación y análisis correcto de grandes volúmenes de datos, una empresa es ciega y sorda ante el mundo que le rodea y su situación interna.
En el ámbito de la movilidad, la unión de Big Data y digitalización nos ha permitido dar un salto cuantitativo y cualitativo para comenzar a desarrollar soluciones sostenibles.
Los Ayuntamientos emplean esta información para mejorar el transporte público y otras formas de desplazarse en las ciudades. Los consumidores, para disfrutar de servicios de infoentretenimiento más personalizados o utilidades relacionadas con la seguridad. Y las empresas, para moverse ahorrando costes, mejorando la productividad y reduciendo sus emisiones.
Los datos generados por los vehículos conectados (y ya puestos, por las infraestructuras, personas, objetos…), serán el corazón de un ecosistema interconectado de movilidad, que desbloquearán aplicaciones y oportunidades de negocio innovadoras.
Ventajas para las compañías de aplicar Big Data en la movilidad
Pero, ¿cómo el Big Data ayuda a las compañías a alcanzar una movilidad más sostenible? Las razones son muchas, pero nos gustaría destacar las siguientes:
Optimización de recursos
Si analizamos los datos de nuestros movimientos, somos capaces de comprender qué recursos necesitamos para trasladarnos, y si estos recursos están ajustados a nuestras capacidades o no.
Control de costes
En ocasiones se incurre en costes no esperados asociados a la flota. Analizar grandes volúmenes de datos nos permite conocer históricos y comportamiento habitual, para mejorar nuestras operaciones y ajustar los costes derivados de las mismas. Mejora de las rutas, mantenimientos, elección de los vehículos, patrones de conducción… el ámbito de aplicación es muy amplio.
Satisfacción del cliente
Recopilando los usos de los vehículos conectados, es posible realizar modelos predictivos y establecer procesos de trabajo que se anticipen a las necesidades de los usuarios para diseñar servicios a medida. Esto permite avanzar hacia modelos de compañía Customer Centric, cuyo último fin no es sólo una mayor tasa de clientes satisfechos, sino una empresa más rentable.
Procesos internos más eficientes
Cuando recopilamos grandes cantidades de información y la procesamos en un sistema de gestión, podemos automatizar tareas que se solían hacer de forma manual y ahorrar tanto tiempo como costes, enfocando nuestros esfuerzos en actividades más productivas.
Toma de decisiones estratégicas
El conocimiento es poder. Y sólo podemos llegar al conocimiento a través de los datos y la información. Analizando los datos de movilidad que generamos, comprendemos la realidad de nuestro negocio para diseñar estrategias de elevado impacto para la compañía.
Un futuro más seguro
Pero más allá de sus aplicaciones en un entorno corporativo, esta tecnología tiene un elevado impacto para la sociedad.
La movilidad del futuro presenta numerosos retos. La unión de vehículo conectado, infraestructuras (cámaras, drones, semáforos…) y tecnología 5G y sus aplicaciones, es el camino para alcanzar este futuro.
A medio y largo plazo, será fundamental mejorar la seguridad vial e implementar sistemas de movilidad que garanticen la conservación del medio ambiente.
La integración de inteligencia en la movilidad, nos permitirá analizar los datos de los vehículos y su entorno para predecir el tráfico y la probabilidad de accidentes, y obtener mejores rutas. También reducir las retenciones y las emisiones de CO2.
Ciudades más inteligentes
El Big Data nos permite hacer una mejor planificación urbana al evaluar las infraestructuras existentes, hacer simulaciones de escenarios hipotéticos e identificar puntos de mejora.
A lo largo de todo el mundo nos encontramos con iniciativas que prometen reducir el número de siniestros en las carreteras basándose en el uso de big data.
Un ejemplo local es Autonomous Ready, cuyo piloto se establece en Barcelona, y tiene como objetivo poner fin a los accidentes de circulación en ciudades. Este proyecto, que ya cuenta con 5.000 vehículos conectados, se basa en 5 pilares:
- Incentivo de sistemas de ayuda a la circulación (ADAS).
- Movilidad basada en conectividad y comunicación de incidencias en tiempo real.
- Impulso de vehículos más seguros y menos contaminantes.
- Adaptación de infraestructuras a colectivos vulnerables.
- Promoción de vehículos no motorizados.
La recopilación de información dinámica y estática de la ciudad permite identificar puntos de riesgo, mejorar la infraestructura e incrementar la seguridad. A través de sistemas que combinan aspectos de conducción autónoma, asistencia al conductor y mapeo, se monitoriza el entorno y avisa al conductor de riesgos en la calzada.
Visión de dispositivos Mobileye incorporados en los vehículos del piloto de Autonomous Ready
Otras iniciativas se enfocan en el diseño de rutas más rápidas y eficientes que permiten reducir el número de emisiones. Para ello, resulta útil el uso de mapas de calor que permiten analizar los movimientos habituales de los ciudadanos para diseñar trayectos más cercanos a las necesidades.
El debate sobre cómo debe ser la movilidad del futuro está sobre la mesa, y es prioritario para fabricantes, organismos oficiales y expertos en tecnología.
Los agentes involucrados en este ecosistema deberán trabajar unidos para desarrollar el potencial del Big Data y el IoT y crear soluciones que aporten valor a la sociedad.